Lola Flores
La carrera de Lola Flores: actriz, bailarina y cantante. Repaso a la trayectoria creativa de una artista única y al legado que nos ha dejado.

Lola Flores es una destacada actriz, cantante y bailarina, icono del arte andaluz y símbolo nacional de España. Su carrera es digna de admiración, ya que es uno de los símbolos culturales del país. Profundicemos en la biografía de Lola Flores, donde hablaremos de sus logros profesionales y su vida personal.
Categoría | Información |
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Nombre completo | María Dolores Flores Ruiz |
Nombre artístico | Lola Flores |
Fecha de nacimiento | 21 de enero de 1923 |
Lugar de nacimiento | Jerez de la Frontera, Cádiz, España |
Fecha de fallecimiento | 16 de mayo de 1995 |
Profesión | Cantante, bailaora, actriz |
Géneros musicales | Copla, flamenco, canción española |
Años de actividad | Décadas de 1940 a 1990 |
Obras destacadas | La Zarzamora, Pena, penita, pena, Ay pena, penita, pena |
Películas notables | Embrujo, Morena Clara, La Faraona |
Familia artística | Madre de Antonio Flores, Rosario Flores y Lolita Flores |
Apodos | "La Faraona", "Lola de España" |
Legado | Ícono cultural de España; símbolo del arte andaluz y la pasión flamenca |
Infancia y formación de la artista
El nombre completo de la cantante es María Dolores Flores Ruiz. Nació el 21 de enero de 1923. Su ciudad natal es Jerez de la Frontera, situada en la provincia de Cádiz. El padre de la futura artista era tabernero. Lola Flores tiene raíces gitanas y desde niña demostró sus dotes artísticas. La taberna de su padre estaba situada en un barrio donde vivían gitanos. Lola cantaba y bailaba desde pequeña, favorecida por el entorno que la rodeaba.
A los nueve años comenzó a actuar en bares de su ciudad natal. Cuando tenía 15 años, conoció al famoso artista flamenco Manolo Caracol, quien se interesó por su talento.
La familia de Lola Flores influyó mucho en su elección de profesión.
Carrera en el cine, la música y el teatro
A los dieciséis años, Lola debutó como bailarina ante el público en el espectáculo «Luces de España» en su ciudad natal. Después de que el director Fernando Minotti la descubriera, se mudó a Madrid con el objetivo de desarrollar una carrera profesional en el teatro y el cine.
A los 17 años le dieron un pequeño papel en la película «Martingala», y más tarde en la obra «Cabalgata», donde cantó el éxito «Lerele», que le valió la fama y la popularidad.
El apogeo de su carrera como cantante y actriz. Principales películas, obras musicales, colaboraciones con otros artistas
Carrera de Lola Flores comenzó a desarrollarse a un ritmo vertiginoso. Su primer papel revelación fue en el espectáculo musical «Zambra», junto a Manolo Caracol. Lo consiguió en 1943. Posteriormente, interpretó principalmente música flamenca, pero también copla, rumba y ranchera. Esta mezcla conquistó el corazón del público.
En 1950, con 27 años, Lola firmó un contrato por 6 millones de pesetas por el que le dieron un papel en seis películas, lo que le permitió recorrer toda Latinoamérica. Fue un auténtico éxito, pero la gran fama aún estaba por llegar.
Lola destacaba entre los demás intérpretes y bailarines no solo por su aspecto, sino también por su talento. Era la encarnación del arte andaluz.
En los años 90 comenzó a trabajar en televisión como presentadora, haciendo programas dedicados a la música y al espectáculo. Lo hacía tan bien como todo lo demás.
El flamenco como destino: el escenario y el estilo de Lola
Lola Flores y el flamenco se hicieron inseparables. La artista se distinguía por su forma única de interpretar y su carisma escénico. Todo ello influyó en su elección del género flamenco.
Fue reconocida como la intérprete más famosa de las danzas y canciones populares andaluzas, tanto en su España natal como fuera de ella, y participó a menudo en festivales internacionales. Bailaba flamenco de forma excelente, interpretaba canciones de estilo popular y actuó activamente en el cine entre 1939 y 1987.
Su compañero de baile hasta 1951 fue el bailaor flamenco Manolo Caracol, que también tenía raíces gitanas. Formaban una pareja escénica extraordinaria. El público que asistía a sus actuaciones se quedaba boquiabierto de admiración. Siempre había mucha gente que quería ver a Lola Flores bailar flamenco. Era una artista nata, sabía cómo cautivar al público.
El estilo flamenco de Lola Flores es una mezcla de elementos del flamenco clásico con influencias modernas. En su voz predominan los estilos ligeros, como los tanguillos, las sevillanas, las zambras y las rumbas, así como composiciones con motivos latinoamericanos. Y la principal característica de la interpretación de Lola Flores es la copla andaluza.
Trabajo en el cine y su imagen televisiva
Películas de Lola Flores siguen siendo populares hoy en día, aunque han pasado muchos años desde su estreno. Ha participado en numerosos proyectos televisivos. Los medios audiovisuales han desempeñado un papel fundamental en la fama de la artista.
Lola actuó activamente en televisión entre 1939 y 1987. A continuación se enumeran las películas más populares en las que participó:
- «Sevillanas» (1992).
- «La farmacia de guardia» (1991-1995).
- «Casa Flora» (1973).
- «Conflicto en un taxi» (1969).
- «El baile de los deseos» (1954).
- «Morena Clara» (1954).
- «Reportaje» (1953).
- «Jack el negro» (1950).
En 2007 se estrenó la película biográfica «Lola», dedicada a la vida de la artista entre 1931 y 1958. Esta película permitió al público descubrir muchas cosas nuevas sobre esta destacada intérprete de flamenco.
Colaboración con otros artistas y reconocimiento internacional
Lola Flores en televisión fue una auténtica estrella, al igual que en los escenarios. A lo largo de su dilatada carrera, colaboró con muchos artistas famosos, entre los que se encontraban cantantes, bailarines y actores. Gracias a estas colaboraciones, Lola pudo construir una brillante carrera y ganarse una gran reputación.
Sus giras contribuyeron a su éxito internacional, obtuvo reconocimiento en el extranjero y, en aquellos años, fue muy mencionada en la prensa mundial. La artista participó en importantes eventos culturales.
El dúo de Lola Flores con Manolo Caracol fue el más memorable. En 1943 le dieron un papel revelador en el espectáculo musical «Zambra». Juntos produjeron dos proyectos: la película «Embrujo», estrenada en 1947, y «La Niña de la Venta», que se presentó en 1951.
A Lola le gustaba trabajar en televisión, pero su gran pasión era, por supuesto, el flamenco. Su frecuente participación en festivales internacionales ayudó a Flores a consolidar su éxito en la escena mundial. Su nombre resonaba en toda América Latina.
El grupo pop español «Azúcar Moreno» incluso le dedicó la canción «Bailando con Lola», que se hizo muy popular en España y en todo el mundo.
Nacida como María de los Dolores Flores Rui, Lola vivía para el escenario. Cada uno de sus bailes estaba lleno de alma. No se limitaba a cumplir con su papel, sino que interactuaba con el público. Los temas históricos relacionados con el flamenco son interesantes precisamente por personajes como ella. En cada mirada y cada movimiento de Lola Flores había sinceridad. Utilizaba con maestría el abanico y jugaba con el monto. Tenía una personalidad escénica excepcional. Como artista, Lola Flores triunfó al cien por cien.
La bella bailarina conquistó México con su interpretación de la copla, un género de la canción popular española. El compositor mexicano Agustín Lara la apodó «Faraona», y este sobrenombre se le quedó para siempre.
El público la amaba tanto por su talento como por su carácter, en el que se percibía pasión, temperamento, franqueza y vivacidad. Lola logró pasar a la historia gracias a sus sinceras declaraciones.
Pocos artistas contemporáneos pueden presumir de algo similar.
Lola Flores hizo que su nombre fuera inmortal para el público. Se la puede considerar tan ilimitada como el propio universo. Pocos podían resistirse al carisma y al encanto de Lola.
La canción «Zarzamora» se puede considerar una de las creaciones más originales de Lola, que combina la realidad con la ficción, el drama, el amor y el destino. No había nada de fingido en ella.
Vida personal e imagen pública
Lola Flores y Antonio González formaban una pareja armoniosa. La artista no solo alcanzó el éxito en su profesión, sino que también logró crear una familia sólida. Estaba casada con Antonio González, quien siempre la apoyó en su carrera artística.
Familia e imagen pública
La boda de la artista con Antonio González se celebró en 1958. Eligió como compañero de vida a un guitarrista gitano, natural de Barcelona. La ceremonia se celebró a las seis de la mañana, ya que la novia temía que se presentara en la celebración un admirador enfadado y abandonado de Manolo Caracol.
Los aspectos familiares no hicieron más que reforzar la imagen de Lola Flores como «auténtica española».
Unos años antes de conocer a Lola, Antonio se había casado en Barcelona con la sobrina de Carmen Amaya. Fue una boda tradicional gitana. La relación no funcionó. Antonio la abandonó y se marchó a trabajar, tras recibir una invitación de Manolo Caracol, con quien conoció a Lola Flores.
La opinión pública pensaba que la pareja no duraría mucho tiempo. A pesar de ello, vivieron juntos medio siglo. Y eso a pesar de que la estrella de González como artista se había apagado. Él no envidiaba la fama de su esposa, al contrario, se convirtió en su fiel apoyo y compañero. Lola a menudo sacrificaba la calidad de sus actuaciones, intentaba trabajar con su marido, dar conciertos juntos y grabar discos.
Los hijos de Lola Flores siguieron los pasos de su famosa madre. Tiene tres hijos. Lolita Flores también se convirtió en cantante, Antonio Flores decidió dedicarse a la actuación y Rosario Flores compagina la carrera de cantante con la de actriz. Es evidente que los genes se hacen notar. Y aunque los hijos de Lola Flores no lograron el mismo éxito que su madre, continuaron su legado.
Mitos, estilo y atención de la prensa
El estilo característico y la imagen exterior de Lola, su forma de vestir, sus gestos y su expresividad le ayudaron a conquistar al público. La vida de la artista no solo estuvo llena de éxitos, sino también de decepciones relacionadas con sus proyectos creativos. Periódicamente, su nombre aparecía en los medios de comunicación por escándalos y declaraciones que causaban revuelo social.
La propia prensa creó y alimentó el mito de Lola Flores.
En 1983, cuando su hija Lolita, también cantante y actriz, se casó, la ceremonia contó con una asistencia excesiva de público. El sacerdote se negó a celebrar el acto y la boda estuvo a punto de suspenderse. Lola salvó la situación tomando el micrófono y dirigiéndose a los asistentes: «Si me queréis, marchaos». Esta frase de la artista pasó a formar parte del lenguaje coloquial.
En 1989, Lola fue citada a comparecer ante los tribunales, acusada de evasión fiscal. Ella declaró que no sabía nada de esa obligación y que no disponía de la suma de 28 millones de pesetas. Insinuó que había hecho mucho por España y que había dado fama a su patria en los escenarios internacionales.
La temperamental intérprete de coplas no dominaba una técnica compleja, pero sabía transmitir los sentimientos con intensidad. En tres coplas era capaz de contar sin palabras una historia de amor completa, con elementos de pasión, dolor y otras cosas sin las que nuestra vida sería impensable.
Los últimos años y el recuerdo de Lola
Lola Flores es una auténtica leyenda del flamenco. Al final de su carrera actuaba mucho menos, en parte debido a una enfermedad y a problemas con las autoridades fiscales. Tuvo que pagar multas elevadas e incluso fue condenada a una pena de prisión condicional. Luchó contra el cáncer durante 25 años.
Lola Flores ya no está con nosotros, falleció el 16 de mayo de 1995. La causa de su muerte fue un cáncer de mama. La artista fue enterrada en el cementerio de la Almudena, en Madrid. La muerte de su madre supuso un duro golpe para su hijo Antonio. A los 33 años, cayó en una depresión y se quitó la vida. Su tumba se encuentra junto a la de Lola.
«Bailando con Lola» es una canción dedicada a Lola Flores. Su recuerdo sigue vivo.
En 2016, la Fundación Lara y Cajasol concedió el Premio Manuel Álvarez a la investigación humanística al ensayo de Alberto Romero Ferrer «Lola Flores: otra historia del espectáculo en la España contemporánea».
En 2017, el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera decidió publicar un álbum conmemorativo y presentarlo en la Feria del Caballo, el principal festival de la ciudad. Además, se instaló una exposición dedicada a Lola Flores en el Centro de Arte Flamenco, actualmente en construcción.
En su honor se organizan periódicamente exposiciones abiertas al público. Se lo ha ganado con su estilo único. Lola popularizó el flamenco como género y le aportó algo propio. Los intérpretes actuales de este baile incluso intentan imitarla, pero no es nada fácil. Al fin y al cabo, fue una mujer y una artista extraordinaria.
Cita del autor
«Lola Flores es una figura importante para la cultura española y el patrimonio musical del alma andaluza. Esta talentosa artista abandonó los escenarios hace mucho tiempo, pero todavía se habla de ella. Es una persona legendaria».