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Miguel De Cervantes

El artículo describe en detalle la intensa y contradictoria vida de Miguel De Cervantes, desde la pobreza y las hazañas militares hasta los largos años de cautiverio, los intentos fallidos de triunfar en el teatro y el éxito literario tardío. Se presta especial atención a su novela más importante, «Don Quijote», las etapas de su creación, su profundidad semántica y su influencia cultural, así como a otras obras, entre ellas novelas cortas y dramas. También se examinan detalles poco conocidos de su vida personal, su reconocimiento póstumo y su contribución al desarrollo de la lengua española y la literatura universal.

por María Luisa Mendez

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Miguel De Cervantes

Categoría

Información

Nombre completo

Miguel de Cervantes Saavedra

Fecha de nacimiento

29 de septiembre de 1547

Lugar de nacimiento

Alcalá de Henares, Reino de Castilla

Fallecimiento

22 de abril de 1616

Lugar de muerte

Madrid, Monarquía Hispánica

Nacionalidad

Española

Ocupación

Novelista, poeta, dramaturgo

Movimiento literario

Siglo de Oro español

Obras destacadas

Don Quijote de la Mancha (1605, 1615), Novelas ejemplares (1613), La Galatea (1585), Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617)

Conocido como

«Príncipe de los Ingenios»

Años de actividad

Finales del siglo XVI – principios del siglo XVII

Eventos relevantes

Participación en la batalla de Lepanto (1571), cautiverio en Argel (1575–1580)

Legado cultural

Padre de la novela moderna; influencia universal en la literatura y las artes

Miguel De Cervantes (1547-1616) fue un destacado escritor español del Siglo de Oro, autor de la novela «Don Quijote», considerada una de las primeras novelas modernas y «el mejor libro de todos los tiempos». Es la figura principal y más venerada de la literatura española, y la influencia de su obra es tan grande que en España se utiliza ampliamente la expresión «lenguaje de Cervantes».

Nacido en Alcalá de Henares en el seno de una familia de modestos cirujanos, Cervantes pasó por numerosas pruebas en su vida, como participar en guerras y ser cautivo de los turcos. Sin embargo, logró crear obras que han sido traducidas a decenas de idiomas y que forman parte de la literatura clásica mundial desde hace mucho tiempo. La intrigante y poco habitual trayectoria vital del escritor (desde soldado y prisionero hasta autor reconocido) no hace sino aumentar el interés por su biografía y su obra.

Primeros años y vida personal

Miguel De Cervantes nació el 29 de septiembre de 1547 en Alcalá de Henares (cerca de Madrid) y fue bautizado el 9 de octubre del mismo año. Provenía de una familia poco acomodada, perteneciente a la baja nobleza: su padre, Rodrigo de Cervantes (1509-1585), era cirujano barbero, y su madre, Leonor de Cortiñas, procedía de una familia de comerciantes de Arganda del Rey. Cervantes tenía seis hermanos: los mayores, Andrés (1543) y Andrea (1544), y la menor, Magdalena (1552), nacieron en Alcalá, y los otros dos (Juan y Margarita) en Córdoba. La familia se mudaba a menudo por España debido a las frecuentes deudas de su padre, que incluso llegó a ser encarcelado por deudas en varias ocasiones.

Estas dificultades no contribuyeron precisamente a una infancia tranquila: el futuro escritor se crió en un ambiente de penurias y cambios constantes. Ya en sus primeros años demostró aptitudes literarias: en otoño de 1566, la familia se instaló en Madrid y el joven Cervantes estudió gramática con el maestro Juan López de Oyo. En 1569, Oyo incluyó dos poemas del joven Cervantes en su publicación, llamándolo «nuestro querido y amado alumno».

El joven Miguel también se sintió atraído por el arte teatral: asistía a las representaciones del comediante Lope de Rueda y, más tarde, describió con ironía la influencia de estos espectáculos en los prologos de sus obras dramáticas. Estas aficiones juveniles por la poesía y el teatro sentaron las bases de su talento literario.

Servicio militar y cautiverio

Tras comenzar a trabajar como ayuda de cámara del cardenal Aquaviva, Cervantes se alistó en 1570 en un regimiento de infantería español bajo el mando del capitán Diego de Urbiña, y más tarde pasó a la marina. En octubre de 1571 participó en la mayor batalla naval de la Edad Media, la batalla de Lepanto. A pesar de estar enfermo, Cervantes se negó a quedarse en la retaguardia y luchó personalmente contra los turcos.

Tras la batalla naval, Don Juan de Austria, al enterarse de la valentía del escritor, le concedió una paga militar, pero Cervantes recibió dos heridas de arcabuz, una en el pecho y otra en el brazo izquierdo. A causa de estas heridas, su brazo derecho quedó inutilizado, por lo que fue apodado «Manco de Lepanto». Tras seis meses de tratamiento en Messina, volvió al servicio y participó en las expediciones marítimas de 1572-1573, que resultaron infructuosas para el Imperio otomano.

En 1575, tras terminar su servicio militar en el frente italiano, Cervantes regresaba de Nápoles a España en la galera «Sol». Pero el 26 de septiembre su barco fue capturado por piratas argelinos liderados por Mammi Arnat. Junto con su hermano Rodrigo, Cervantes fue vendido como esclavo en la ciudad de Argel. Los turcos encontraron en su poder cartas de recomendación de Don Juan de Austria y de un alto aristócrata, lo que les llevó a considerar al prisionero como una persona importante: exigieron un rescate de 500 escudos españoles por su liberación.

Este cautiverio duró unos cinco años, durante los cuales Cervantes intentó escapar en cuatro ocasiones sin éxito. Estos años dramáticos y su espíritu de valentía marcaron un importante punto de inflexión en la vida de Cervantes, dividiendo su biografía en «dos mitades», según los estudiosos. La futura «Historia del cautivo» de Don Quijote y varias de sus obras teatrales («El trato de Argel», «Los baños de Argel», etc.) contienen referencias directas a las impresiones de aquella época.

Finalmente, tras largas negociaciones para su rescate, el 19 de septiembre de 1580 Miguel De Cervantes fue liberado gracias al dinero recaudado por trescientos mercaderes y al pago de la suma prometida. Ya el 24 de octubre de 1580 regresó a tierras españolas (llegó a Denia, luego a Valencia y, a finales de año, a Madrid).

Carrera literaria

Tras su regreso de Argel, Cervantes se esforzó por recuperar su vida y su reputación. Se dedicó a la literatura: en 1585, el estilo del futuro escritor ya se manifestaba claramente en sus obras. En mayo de 1585 se publicó el primer libro completo de Cervantes, la novela «La Galatea». Esta novela pastoral constaba de seis libros (pero Cervantes solo terminó la primera parte) y la trama giraba en torno a las aventuras amorosas de pastores y pastoras en la campiña española.

Al no obtener grandes éxitos comerciales, Miguel de Cervantes se vio obligado a buscar otras fuentes de ingresos. En los años 1580-90 trabajó como intendente militar («comisario de provisiones») para la Armada Española, embarcándose en barcos para abastecer a las tropas, y luego como recaudador de impuestos en Andalucía.

Hacia 1590-1600, Cervantes se convirtió en un escritor de pleno derecho, aunque seguía siendo pobre. Escribió en una amplia gama de géneros: novelas, relatos, dramas, poemas y críticas literarias. Miguel de Cervantes destacó especialmente en el relato corto.

Así, entre 1600 y 1605 preparó para su publicación una colección de doce novelas bajo el título general «Novelas ejemplares» (1613), en la que narraba historias casuales de la vida de españoles de diferentes clases sociales. Además, en 1614 publicó el poema satírico «Viaje del Parnaso» (1614), una historia alegórica sobre la expedición de un poeta a la montaña mitológica del Parnaso para unir a los mejores autores españoles contra la «mala poesía».

El escritor experimentó mucho en el ámbito teatral: ya en la década de 1580-1590 escribió decenas de obras (a lo largo de su vida afirmó haber creado entre veinte y treinta obras teatrales). Solo una pequeña parte de estas obras llegó al lector: en 1615 publicó la colección «Ocho comedias y ocho entremeses», aunque ninguna de ellas fue representada en su época.

«Don Quijote»

La novela «El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha consta de dos partes» (1605 y 1615). El protagonista es Alonso Quijano, un pobre hidalgo de La Mancha que, tras leer muchas novelas de caballerías, ha perdido el contacto con la realidad. Toma el nombre de Don Quijote y decide convertirse en caballero andante para realizar hazañas. Su compañero es Sancho Panza, un campesino sencillo y práctico, al que nombra su escudero. Juntos viajan por España, enfrentándose a la realidad cotidiana, que Don Quijote percibe como un escenario para hazañas caballerescas. El famoso episodio de la «batalla contra los molinos de viento» es un símbolo de su idealismo y su error.

La novela se basa en el conflicto entre el ideal y la realidad, el sueño y el sentido común. Don Quijote vive en un mundo de fantasías, mientras que los que le rodean le consideran un loco. A través de este conflicto, el escritor explora la naturaleza de la fe humana, el anhelo de justicia, dignidad y nobleza. Don Quijote, a pesar de su ridículo, despierta simpatía: encarna el anhelo de algo elevado, aunque el mundo lo rechace. Sancho Panza, por el contrario, representa la sabiduría popular y el sentido común, pero con el tiempo también comienza a sucumbir a los sueños de su amo; este intercambio de rasgos hace que los personajes sean vivos y complejos.

Los héroes no son estáticos, sino que evolucionan, aprenden y se desilusionan. Don Quijote pasa de ser una caricatura a un héroe trágico-cómico. El autor también utiliza la metaficción: juega constantemente con la frontera entre la ficción y la realidad, introduce un «segundo autor», hace referencia a manuscritos supuestamente encontrados y parodia el propio género de la novela caballeresca.

«Don Quijote» no es solo la historia de un caballero loco. Es una obra sobre el poder de los sueños, la dignidad humana y el choque entre los ideales y la cruda realidad. Sus ideas han sido interpretadas de diferentes maneras: como sátira, parábola filosófica, alegoría política, tragicomedia o incluso protesta contra la mediocridad.

Otras obras

Miguel De Cervantes trabajó en los géneros más diversos, desde la novela corta y la novela hasta la poesía y el teatro. Sus otras obras revelan diferentes facetas de su talento: ingenio, humanismo, observación y crítica social. Se consideran especialmente importantes la colección «Novelas edificantes», la novela «Las aventuras de Persiles y Sigismunda» y sus obras de teatro, que ofrecen una visión más completa de la magnitud de su obra.

Las «Novelas edificantes» (1613) es una colección de doce relatos cortos escritos al estilo de la novela italiana. El propio Miguel de Cervantes las calificó de «edificantes», ya que cada historia contiene una moraleja o una lección. Pero, al mismo tiempo, estos textos muestran la riqueza de la trama, la profundidad de los personajes y un sutil psicologismo. Entre los más conocidos se encuentran «La conversación de los perros», «La extremadurana celosa» y «El licenciado Zaudriero». El escritor muestra diferentes capas de la sociedad española: mendigos, artesanos, estudiantes, mujeres que sufren las limitaciones de la época. Su estilo se vuelve más maduro y su interés por el mundo interior de los personajes, más profundo.

«Las dos entremesas de Peris y Cihismunda» (1617) es la última novela de Miguel de Cervantes, publicada ya después de su muerte. Él mismo la consideraba «la mejor que había escrito». La novela está escrita en el género de la novela bizantina y narra las aventuras de dos amantes, Persiles y Sicismunda, que bajo nombres ficticios viajan por Europa con el objetivo de llegar a Roma. En comparación con «Don Quijote», esta novela es más simbólica, idealizada y estilísticamente compleja. Está llena de reflexiones religiosas y filosóficas, alusiones al destino, la virtud y el sufrimiento humano.

Miguel De Cervantes también trabajó activamente en el teatro y trató de reformar el drama español, pero no alcanzó el éxito de su contemporáneo Lope de Vega. A pesar de ello, sus obras siguen siendo valiosas hoy en día.

  • «Las costumbres de Argel» es una obra basada en la propia experiencia de Miguel de Cervantes en cautiverio. Aborda el tema de la fortaleza humana, la fe y la tragedia de la esclavitud.
  • «Galatea liberada» es una dramatización de una historia histórica y exótica sobre una cristiana en el harén del sultán.
  • «La cena de piedra» es una intermedia satírica, al estilo de «El rey desnudo», que denuncia la hipocresía social.
  • «La duquesa y el estudiante» es una breve obra cómica sobre la magia, el engaño y la ingenuidad.

Últimos años y reconocimiento

Tras el triunfo de la primera parte de «Don Quijote» en 1605, Cervantes seguía en una situación complicada. Se instaló por poco tiempo en Madrid, donde siguió trabajando en puestos civiles poco estables, como recaudador de impuestos, pero los conflictos y las deudas siguieron persiguiendo al escritor. El segundo volumen de «Don Quijote» no se publicó hasta 1615, y en la primavera de 1616, Miguel de Cervantes falleció en Madrid el 22 de abril (a la edad aproximada de 69 años).

Dato curioso: la fecha de la muerte de Cervantes coincide con la fecha más ampliamente celebrada de la muerte de William Shakespeare, lo que dio lugar a una popular leyenda sobre el vínculo indisoluble entre estos dos genios de la literatura mundial.

Al final de su vida, Miguel de Cervantes atravesó dificultades económicas: sus deudas pasaron a sus herederos y, siguiendo la tradición, fue enterrado sin honores en un modesto convento de franciscanos trinitarianos en Descalzas.

En el momento de su muerte, no recibió ningún título ni regalia. Pero a mediados del siglo XVII, la influencia de Don Quijote era indiscutible y el nombre del escritor se asociaba con el siglo de oro de la cultura española. Con el tiempo, Miguel de Cervantes obtuvo el reconocimiento popular: en 1878 fue incluido en los primeros billetes del Banco de España y en 1916 se convirtió en el protagonista del primer sello postal de España.

En el siglo XX, el escritor obtuvo el estatus de clásico nacional: en 1976 se creó el «Premio Miguel de Cervantes», el máximo galardón literario de España. Por todas partes comenzaron a aparecer museos, monumentos y festivales en su honor (en muchas ciudades españolas hay monumentos a Cervantes y «Casas de Cervantes», museos en su ciudad natal, Alcalá de Henares, Valladolid, Toledo y Madrid). También hay instituciones culturales y educativas que llevan su nombre, la más famosa de ellas es el Instituto Cervantes, que promueve la lengua y la cultura españolas en todo el mundo.

Vida personal y contradicciones internas

A pesar de sus inicios literarios exitosos, la vida familiar de Miguel De Cervantes no fue fácil. Al llegar a la edad adulta, se vio envuelto en problemas familiares y amorosos. Así, en la primavera de 1583, comenzó un romance con Ana Franca de Rojas, una dama de la corte casada. Como resultado, el 9 de abril de 1584, la pareja tuvo una hija, Isabel. La pequeña niña nació fuera del matrimonio y, al quedar huérfana casi de inmediato, fue criada por familiares o seminaristas.

Ya en ese mismo año de 1584, un mes después del nacimiento de Isabel, Cervantes contrajo matrimonio oficial con Catalina de Salasar, una joven de la provincia de Toledo, considerablemente más joven que él. Este matrimonio resultó infeliz: la pareja no tuvo hijos y Cervantes apenas mencionaba a su esposa en sus obras.

Pero ni siquiera los lazos matrimoniales oficiales salvaron al escritor de la soledad y de complicadas situaciones amorosas. En su madurez, tuvo que compaginar la creación con el servicio público, los litigios judiciales y las preocupaciones familiares, lo que dejó huella en su visión del mundo, una mezcla de ironía aguda y sensibilidad lírica, a menudo impregnada de una percepción tragicómica del mundo. A pesar de las adversidades de la vida, sus contemporáneos destacaban el optimismo y el ingenio de Miguel de Cervantes: «a pesar de todo, no pierde ni la alegría, ni el optimismo, ni el buen humor», lo que se manifiesta claramente en el tono vivo y benévolo de muchas de sus obras.

Influencia y legado

Miguel de Cervantes es a menudo considerado el «padre de la lengua española moderna». Su novela «El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha» (1605, 1615) no solo se convirtió en una obra maestra de la literatura, sino también en un modelo de la lengua castellana. Muchas expresiones y giros de la novela han pasado al lenguaje cotidiano, y el propio lenguaje de Cervantes se considera un modelo del español clásico. Su influencia es tan importante que a menudo se denomina al español «lengua de Cervantes».

Además, «Don Quijote» marcó un punto de inflexión en la historia de la novela como género. Antes de él, la literatura se limitaba a menudo a la moralización y las alegorías. Cervantes introdujo:

  • La profundidad psicológica de los personajes. Don Quijote y Sancho Panza son personajes complejos y ambiguos que representan el choque entre el idealismo y el pragmatismo.
  • La metaficción. La novela es polifacética, con un juego de niveles narrativos y referencias a sí misma como texto ficticio.
  • La sátira de los géneros. «Don Quijote de la Mancha» deconstruye la novela de caballerías, ridiculizando los clichés y las imágenes idealizadas.

Don Quijote se convirtió en un símbolo universal del idealismo, y su imagen, en el arquetipo del «luchador contra los molinos de viento». Su trama, sus imágenes y sus frases han calado en la pintura, la ópera, el cine, la animación y la filosofía contemporánea.

Muchos escritores reconocieron más tarde la influencia de Miguel de Cervantes. Dostoievski calificó a «Don Quijote» como la mayor obra de todos los tiempos. Flaubert, Dickens, Joyce, Proust, Ortega y Gasset, Borges... Todos ellos citaron a Cervantes o basaron sus obras en el modelo de este.

Aunque Miguel de Cervantes se hizo famoso sobre todo como novelista, también contribuyó al desarrollo del teatro español. Sus obras, en particular «Galatea liberada», «La comida del canónigo» y otras de su ciclo «Once entremeses», desarrollaron el género de la obra cómica breve. Se distinguían por la vivacidad de los diálogos, la denuncia satírica de los vicios sociales y una representación más realista de la naturaleza humana en comparación con las representaciones idealizadas que predominaban en aquella época.

Conclusión

Miguel De Cervantes es uno de esos autores cuya importancia supera con creces su biografía. Vivió en una época en la que la literatura estaba pasando de las tradiciones medievales a una nueva visión del mundo, y en gran medida él mismo se convirtió en ese transición. Su obra abarca tanto lo bueno como lo trágico, haciendo que el lector se ría y reflexione al mismo tiempo sobre los defectos humanos. Gracias a su obra principal, «Don Quijote», Miguel de Cervantes pasó a la historia como un innovador de la forma, «descendiente de Dante y Shakespeare» y escritor de talla mundial.

Hoy en día, Cervantes sigue siendo para nosotros un símbolo de maestría literaria y humanismo. Como escribió un famoso historiador, «Miguel de Cervantes pasó sin duda a la historia de la literatura universal como una gran figura universal de todos los tiempos». Independientemente de si su novela se estudia como monumento literario o se lee por sus aventuras y sus frases ingeniosas, el escritor sigue vivo entre nosotros en cada línea de la prosa española y en cada sonrisa del lector, aquel que ha comprendido lo importante que es ser un soñador generoso en este mundo.