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Restaurante Sobrino de Botín

El artículo revela la historia, la cocina y el ambiente del restaurante más antiguo del mundo, Sobrino de Botín, desde su legendaria estufa de leña y sus platos estrella hasta su interior del siglo XVIII y su relación con Hemingway. También cuenta qué platos vale la pena probar y por qué el restaurante sigue siendo un símbolo de las tradiciones españolas desde hace casi 300 años.

por Andres Castillo

Contenido
Sobrino de Botín restaurante

Campo

Información

Dirección

C. de Cuchilleros, 17, Centro, 28005 Madrid, España

Horario

Lunes – Viernes: 13:00–16:00, 20:00–23:30

Teléfono

(+34) 913 66 42 17

Sitio oficial

botin.es

Precio medio

40€

Sobrino de Botín, fundado en 1725, está reconocido oficialmente por el Libro Guinness de los Récords como el restaurante más antiguo del mundo en funcionamiento ininterrumpido hasta la fecha. Está situado en un edificio histórico de la calle de Cuchilleros, a pocos pasos de la Plaza Mayor, en pleno centro de Madrid.

La principal característica del restaurante es su horno de leña, construido cuando se inauguró y en funcionamiento ininterrumpido desde hace casi 300 años. Aquí se conserva el ambiente auténtico de una taberna madrileña del siglo XVIII, con techos bajos abovedados, paredes de piedra y cerámica antigua. El menú está dominado por platos de la cocina castellana, elaborados según recetas originales.

Historia del restaurante

Restaurante Sobrino de Botín Madrid

Restaurante Sobrino de Botín

El restaurante Sobrino de Botín abrió sus puertas en Madrid en 1725. Fue fundado por el emigrante francés Jean Botín junto con su esposa. En sus inicios era una sencilla taberna llamada Casa Botín. Según las leyes locales de la época, los clientes traían su propia comida y los cocineros solo se encargaban de prepararla. La principal característica del local desde el principio fue la leñera, que todavía se utiliza hoy en día.

Tras la muerte de los fundadores, el negocio pasó a manos de su sobrino, Candido Remis. Fue él quien le dio al restaurante su nombre actual, Sobrino de Botín. En el siglo XIX era una taberna normal, ya que en España aún no existía el concepto de «restaurante» o «cafetería». En el siglo XX, la familia González compró el restaurante, que sigue siendo de su propiedad en la actualidad. El local no cerró ni un solo día, ni siquiera durante la Guerra Civil.

Sobrino de Botín está indisolublemente ligado a los nombres de grandes creadores. En la década de 1760, cuando aún era un joven artista desconocido, Francisco de Goya trabajaba aquí como camarero y lavaplatos. Pero quien dio fama al restaurante fue el escritor Ernest Hemingway. Se convirtió en un habitual del lugar y lo mencionó en su novela «Y amanece el sol»: sus protagonistas almuerzan en la segunda planta del restaurante.

El concepto del restaurante es la fidelidad a las tradiciones. Aquí se preparan platos de la cocina castellana, y los favoritos son el cochinillo asado y el cordero asado. Todavía se preparan en el horno de leña original del siglo XVIII, siguiendo recetas antiguas, sin utilizar gas ni electricidad.

Hoy en día, Sobrino de Botín ocupa varias plantas de un edificio histórico. Incluso su sótano, antigua bodega del siglo XVI, sirve ahora como comedor.

Menú de Sobrino de Botín

Menú de Sobrino de Botín

Menú de restaurante Sobrino de Botín

La base del menú de Sobrino de Botín son los sustanciosos platos de carne, elaborados según recetas del siglo XVIII. El principio fundamental es el uso de productos tradicionales castellanos: lechones y corderos de la región de Segovia, verduras locales y aceite de oliva. Las técnicas de elaboración se han mantenido inalteradas durante tres siglos.

El corazón de la cocina de Sobrino de Botín es un enorme horno de leña, construido cuando se inauguró el restaurante en 1725. Desde entonces, el fuego no se ha apagado ni una sola vez. El fuego se mantiene con leña de roble, que le da a los platos un aroma característico. Es en este horno, y no en los hornos modernos, donde se preparan los platos de carne de la casa. La tecnología sigue siendo la misma: los cocineros solo utilizan el calor de las brasas y el fuego abierto, regulando la temperatura con la posición de los leños.

Aunque la base del menú son los platos tradicionales de carne, Sobrino de Botín ofrece a sus comensales platos de rape y bacalao, que se hornean en el mismo horno de leña. Esto permite dar al pescado un aroma ahumado y una corteza crujiente, conservando al mismo tiempo su jugosidad.

El restaurante también ha ampliado su oferta de platos de verduras, que se preparan según la temporada. Los espárragos y las alcachofas se saltean en aceite de oliva en el horno, y para las guarniciones se suelen utilizar legumbres locales, como las lentejas de La Armunia. Además de la clásica sopa de ajo, aquí se pueden encontrar ensaladas ligeras de verduras frescas con aceite de oliva virgen extra.

Platos estrella

Sobrino de Botín platos

Platos estrella en Sobrino de Botín

Los platos estrella del menú son los platos, elaborados según recetas antiguas que se transmiten en la familia González de generación en generación. Además, la carta incluye las famosas sopas tradicionales españolas con caldo de pollo, varias opciones de pescado fresco y marisco, guarniciones de verduras de temporada y aperitivos clásicos que maridan a la perfección con el vino.

Estos son los platos más famosos que vale la pena probar en este histórico restaurante:

  • Cochinillo asado. El cochinillo asado, el plato más famoso del restaurante. Se prepara con cochinillos de unos 21 días de edad, traídos de la región de Segovia. El cochinillo se asa en un horno de leña hasta alcanzar el punto perfecto, cuando la piel queda crujiente y la carne tierna y jugosa. Este es el plato que menciona Ernest Hemingway en su novela «Y amanece el sol».
  • Cordero asado. Junto con el cochinillo, es el segundo plato estrella de Botín. Para su preparación se utilizan corderos de Sepúlveda. La carne es tan tierna que se puede cortar fácilmente sin cuchillo y, gracias a la raza especial de los corderos y al largo tiempo de cocción en el horno, carece por completo de olor y sabor específicos.
  • Sopa de ajo. Sopa tradicional de ajo. Es un plato sencillo, pero sustancioso y aromático de la cocina española, ideal para empezar la comida. Se prepara con caldo de pollo, ajo, pimentón y pan, y se sirve con un huevo escalfado.
  • Almejas Botín. Plato de almejas grandes, llamado así en honor al restaurante. Se preparan en salsa de vino blanco con cebolla, ajo, pimiento, pasta de tomate y laurel. Esta receta ofrece a los comensales una alternativa a los platos de carne.
  • Huevos fritos con patatas y jamón. Clásico plato español de patatas fritas crujientes cubiertas con dos huevos fritos con yema líquida y finas lonchas de jamón. Se sirve en un cuenco de barro caliente, donde la yema se mezcla con las patatas, creando una salsa sabrosa. Este plato es popular para la cena, que tradicionalmente comienza tarde, entre las 9 y las 11 de la noche.

Bebidas populares

Bebidas en Sobrino de Botín

Bebidas en Sobrino de Botín

Las bebidas en Sobrino de Botín se seleccionan de acuerdo con la filosofía del establecimiento: mantener la fidelidad a las tradiciones de la gastronomía castellana. La base de las bebidas que se ofrecen son los vinos españoles, que combinan perfectamente con el sabor intenso de la carne asada. Además de los vinos, la carta incluye aperitivos tradicionales, imprescindibles en cualquier comida española.

Las bebidas más populares que se pueden pedir en el restaurante son:

  • Rioja Alta. Este vino tinto de la región de La Rioja era la bebida favorita de Ernest Hemingway. En su novela «Y amanece el sol», describe cómo sus personajes regaban el cochinillo asado con este vino: «Comimos cochinillo asado y bebimos rioja alta». Se elabora con la variedad Tempranillo, que se envejece en barricas de roble americano durante al menos dos años. Gracias al envejecimiento en roble, el vino adquiere un sabor intenso con notas de vainilla y tabaco, que contrasta perfectamente con la grasa de los platos de carne cocinados en horno de leña. En Sobrino de Botín, este vino se sirve a temperatura ambiente en copas clásicas para vino tinto.
  • Fino Sherry. Jerez tradicional que en Sobrino de Botín se sirve enfriado a 6-8 °C en copas tradicionales. Su sabor seco con mineralidad salina combina a la perfección con tapas locales como el jamón y las aceitunas, limpiando el paladar antes de los platos principales de carne.
  • Vermú. Antes de la comida, a menudo se ofrece vermú a los comensales como aperitivo. Se suele tomar acompañado de aceitunas saladas.

Sobrino de Botín se enorgullece de su amplia carta de vinos, que incluye más de 70 referencias de toda España. Merece una mención especial la histórica bodega del restaurante, situada en el sótano del edificio del siglo XVI. Algunas botellas de esta colección se han convertido en reliquias y guardan el recuerdo de la historia centenaria de este lugar.

Arquitectura y ambiente del local

fotos de Sobrino de Botín

Interior del restaurante Sobrino de Botín

Sobrino de Botín Madrid ocupa un edificio histórico en la calle de Cuchilleros, 17, construido en 1590, es decir, más de cien años antes de la apertura del restaurante en 1725. Inicialmente, aquí se encontraba una posada, y la primera planta fue reconstruida como taberna por el chef francés Jean Botín y su esposa.

La bodega del Sobrino de Botín conserva su mampostería original del siglo XVI. Los techos abovedados y las gruesas paredes recuerdan las tradiciones arquitectónicas moriscas que predominaban en España antes de la Reconquista. Aunque ahora este espacio se utiliza como comedor, hay botellas de vino antiguas colocadas por todas partes como decoración. Algunas de ellas están cubiertas por el polvo de varias décadas, lo que crea el efecto de una auténtica bodega. Los únicos elementos modernos de esta sala son las lámparas eléctricas, que se integran perfectamente en el interior histórico.

Los interiores de Sobrino de Botín están decorados al estilo de una taberna madrileña del siglo XVIII. Las paredes están decoradas con azulejos antiguos de Talavera, y en los salones se conservan las vigas de madera maciza y el friso de madera de colores con detalles dorados, creado en el siglo XIX.

En la planta baja, donde en 1725 se inauguró la taberna Casa Botín, siempre hay mucho ruido y mucha gente. Aquí los clientes se sientan en mesas junto a la famosa estufa de leña. La segunda planta, antigua zona residencial del edificio, se caracteriza por un ambiente más íntimo. Esta sala conserva la distribución del siglo XVIII, con techos bajos y vigas de madera. En la tercera planta se encuentra la bodega, con bóvedas de piedra del siglo XVI, donde se almacenan botellas de vino antiguas.

Precios y formato del servicio

Sobrino de Botín fotos

Servicio en el restaurante

El precio medio por persona en el restaurante Sobrino de Botín es de 40-60 €, lo que se corresponde con su estatus de local emblemático. Por este precio, el cliente no solo disfruta de platos cocinados en un horno de 1725, sino también de un ambiente único con casi 300 años de historia.

La particularidad del servicio radica en la cuidadosa conservación de las tradiciones. El personal trata a todos los clientes con el mismo respeto, ya sean artistas famosos, turistas o clientes habituales locales. Los camareros pueden dar información detallada sobre cualquier plato y ayudar a elegir el vino.

Se puede reservar mesa a través de la página web oficial del restaurante o por teléfono en el +34 913-664-217. Es mejor reservar con 2-3 semanas de antelación, especialmente para cenar los viernes o sábados.

El mejor momento para visitarlo es a la hora del almuerzo, entre las 13:00 y las 16:00. A esta hora hay menos clientes que por la noche. Para disfrutar de un ambiente especial, vale la pena elegir una mesa en la histórica bodega con bóvedas de piedra del siglo XVI.

Opiniones sobre Sobrino de Botín

Sobrino de Botín recibe opiniones muy diversas, pero todas coinciden en una cosa: es un lugar con un ambiente único. Muchos comensales quedan encantados con los platos que se preparan en el horno de leña desde 1725. Destacan especialmente la tierna carne del cochinillo asado y el aromático cordero asado.

El famoso crítico gastronómico español Carlos Maribona describió así sus impresiones:

El cochinillo asado de Botín es una experiencia que todo amante de la gastronomía debería vivir al menos una vez. La piel cruje de forma espectacular y la carne se deshace con solo mirarla.

Los comensales comentan que se sienten como en el siglo XVIII cuando se sientan en el salón con techos bajos y vigas de madera o bajan a la histórica bodega. Uno de los visitantes, Javier López, escribió:

Entrar en Botín es como viajar en el tiempo. El olor a leña de su horno milenario y las paredes llenas de historia te transportan a otra época completamente.

Sin embargo, algunos clientes señalan que el restaurante siempre está lleno y que los precios son superiores a la media. Es especialmente difícil encontrar una mesa libre sin reserva previa. No obstante, la mayoría considera que merece la pena. La crítica Ana García, de la Guía Repsol, lo confirma:

Sí, Botín está siempre lleno de turistas, pero con razón. Es un pedazo de historia viva de Madrid donde se come el mejor cochinillo asado de la ciudad. Merece cada euro que pagas.

Por qué vale la pena visitar el restaurante

Sobrino de Botín no es solo un restaurante, sino un pedazo de la historia de Madrid que vale la pena visitar al menos una vez en la vida. Estas son las principales razones por las que merece la pena visitarlo:

  • El restaurante más antiguo del mundo según el Libro Guinness de los Récords. Lleva abierto ininterrumpidamente desde 1725. Visitas el mismo local que en su día frecuentaban madrileños de a pie, aristócratas y famosos pintores.
  • Cocina auténtica, preparada en un horno histórico. Todos los platos principales se cocinan en un horno de leña construido el año en que se fundó el restaurante. El fuego nunca se ha apagado, y es precisamente lo que da a los platos estrella de carne y verduras ese sabor único que es imposible de reproducir en las condiciones actuales.
  • Ambiente único, conservado desde el siglo XVIII. El restaurante ocupa un edificio construido en 1590. Puede sentarse en el sótano con bóvedas de piedra del siglo XVI, en la mesa donde comía Hemingway, o en la sala con azulejos de cerámica y vigas de madera, que vieron al joven Goya, que trabajaba aquí como camarero.
  • Precios asequibles para un local de este nivel. A pesar de su valor histórico, el restaurante mantiene un enfoque democrático. La cuenta media es de 40-60 euros, lo que permite a cualquier cliente entrar en contacto con la historia sin un gran gasto.
  • Tradiciones inalterables durante tres siglos. El restaurante está gestionado por una sola familia, los González, que conservan las recetas originales y los principios de servicio.

Conclusión

Sobrino de Botín se ha convertido en un símbolo gastronómico de Madrid gracias a tres siglos de trabajo ininterrumpido y a la conservación de las auténticas tradiciones culinarias. El restaurante, inscrito en el Libro Guinness de los Récords como el más antiguo del mundo, demuestra la inmutabilidad de la cocina castellana desde 1725: aquí todavía se utiliza el horno de leña construido en el momento de su fundación y se cocina según las recetas originales.

Esta continuidad, mencionada en las obras de Hemingway y otros clásicos, ha convertido al local en un monumento vivo no solo de la gastronomía española, sino también de la historia de Madrid, donde la cocina forma parte del patrimonio cultural.

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